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Perón, un adelantado en la cuestión ambiental

Posted by Franco Ontivero | | Category: |

La estatura de estadista del general Juan Domingo Perón, por su visión a largo plazo de los grandes temas políticos nacionales e internacionales, se manifestó también en la cuestión ambiental, donde fue un adelantado en el diagnóstico y en las posibles soluciones.
 

Dos décadas antes que se realizara la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, donde nacieron las grandes convenciones internacionales sobre medio ambiente, y meses antes de la primera conferencia internacional en Estocolmo, Perón dirigió un mensaje a los pueblos del mundo, fechada el 21 de febrero de 1972, alertando sobre las graves amenazas al planeta por un modelo productivo irracional.
Desde su forzado exilio en Madrid, Perón advirtió que "un peligro mayor- que afecta a toda la humanidad y pone en peligro su misma supervivencia- nos obliga a plantear la cuestión en nuevos términos, que van más allá de lo estrictamente político, que superan las divisiones partidarias o ideológicas, y entran en la esfera de las relaciones de la humanidad con la naturaleza".
"Creemos que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobre-estimación de la tecnología y la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esta marcha, a través de una acción mancomunada internacional", precisó.
Un repaso de la agenda ambiental actual refrenda cada uno de esos conceptos esgrimidos por el general Perón hace ya casi cuatro décadas.
No deja de sorprender el minucioso análisis y mucho más, la claridad en el concepto, máxime si se tiene en cuenta la época y el contexto internacional en que fueron espresadas estas ideas. Un año después del mensaje, la crisis del petróleo golpearía con todas sus fuerzas las bases mismas del engranaje productivo capitalista.
Perón abordó la cuestión como un dirigente político, y en tal sentido, subrayó que la transformación debería venir de la mano de la dirigencia política, "aunque la concientización debe originarse en los hombres de ciencia", precisó.

En su mensaje, Perón dividió la cuestión en varios subtítulos que reflejan una vez más el conocimiento del tema. Así, primero describió los hechos, en donde destacó que "el ser humano ya no puede ser concebido independientemente del medio ambiente que el mismo ha creado".
"En el último siglo (el hombre) ha saqueado continentes enteros y le han bastado un par de décadas para convertir ríos y mares en basurales, y el aire de las grandes ciudades en un gas tóxico y espeso", escribió.
Después, le llegó el turno a lo que tituló, "el despilfarro masivo", donde realizó una feroz crítica a las sociedades de consumo a los que acusó por "el consumo de ingentes recursos naturales aportados por el Tercer Mundo".
Vale recordar que fue el ex Presidente, Néstor Kirchner, quien en 2004 retomó este concepto, y declaró que los países desarrollados eran "deudores ambientales" de los no desarrollados.
Perón denunció "la falsa creencia generalizada de que los recursos naturales vitales para el hombre son inagotables", y apuntó a la acción antropogénica como la culpable de la depredación marina, el despilfarro y contaminación del agua dulce, la creciente toxicidad del aire en las grandes ciudades, y "la necesidad de "un desarrollo industrial, reformas estructurales y la vigencia de una justicia social que todavía está lejos de alcanzar" para lograr el autoabastecimiento alimenticio.
Desmenuzar cada uno de los diagnósticos y análisis que el general Perón hizo de la cuestión ambiental en su mensaje, excede el límite de una crónica.
El mensaje es en sí, una política de estado, que se hizo bandera a partir del 2003, bajo el liderazgo del ex Presidente, Néstor Kirchner, y que continúa con los lineamientos en la materia trazados por la actual mandataria, Cristina Fernández de Kirchner.




Alejandro San Martín